Cuántas veces nos proponemos objetivos que implican hacer cosas y no las llevamos a cabo por falta de voluntad. Encontramos excusas y justificaciones para no hacer lo que pretendíamos o nos gustaría.
La voluntad se compone de cuatro fases:
1. Deseo-voluntad, está es la fase de “querer” poseer una cosa.
2. Voluntad decisiva, el peso del “necesitar” y “no necesitar” una cosa.
3. Identificar la necesidad del potencial creativo.
4. Acción-voluntad, como producto de la decisión adoptada.
"La esencia de la voluntad está en el actuar y hacer. ."
Para empezar a poner estos puntos en práctica debemos de poner la voluntad en acción también hay que reconocer la necesidad de desatar el potencial creativo.
De hecho, sin conciencia de esta necesidad, sea cual sea, permanecemos secuestrados por nuestra rutina y por una conducta automática. En esas condiciones, la voluntad está adormecida. Por esto debemos de nutrirnos con entusiasmo y ejercitar nuestra voluntad, para que la pereza y la rutina no acabe ganando la partida.